Asombrados por el tamaño de
aquellas huellas todos quisimos probar a ver a quien pertenecían. Pero lo más
asombroso fue que nos llevó a un lugar nuevo, un sitio que aún no conocíamos,
un espacio fantástico al que acudía la giganta, y esa aula era… la BIBLIOTECA.
3 años
Hasta los alumnos más pequeños de 2 años, fascinados por aquellas huellas tan
enormes las siguieron, llevándoles a la biblioteca.