¡Hemos aprendido que a los duendes y las hadas les encanta comer cosas dulces… como a NOSOTROS! Y hemos hecho una bonita magdalena con pintura de dedos. Cuando se seque, vamos a decorarla con gomets de colores.
La dactilopintura o pintura de dedos es una actividad que favorece la motricidad fina. Los más pequeños aprenden a desarrollar el tacto y la creatividad a la vez que se divierten.